Sueños, amor y reflexiones de Yolanda Bueno

miércoles, 27 de enero de 2016

OMBLIGOS

 Hemisferios del cuerpo,                                   
 


refugios en la piel,
cosidos en la carne,
percing en el abdomen,
cicatrices de nuestro origen,
erosiones suplerfluas,
colando nuestros huesos,
aterciopeladas explosiones sensuales,
 
 

¿Cuantos de ellos tocamos a lo largo de nuestras vidas?
¿Cuantos llegan en el meridiano de ellas
a decirnos que hasta dejar resbalar su sudor sobre el tuyo,
no sabias que las yemas de sus  dedos habían estado vacías?


Escrito por Yolanda Bueno Melado el 27/01/2016

jueves, 21 de enero de 2016

EL PERRO DE LA HORTELANA

Hay quien lleva puestas unas argollas insertadas en la piel de la espalda del corazon
y las cuerdas que pasan atraves de ellas formando la cadena de un corsé,
no son sino las correas sado de la mano ama que las tensa, segun el animo,
suspendiendolas en el aire, infligiendo un dolor con el que disfruta,
mientras la piel de este organo se estira como si fuese un chicle.
Atara, las manos con grilletes de palabras,
al dosel de la cama de la esperanza de su sumiso,
disfrutando despacio y sin prisa de la prontitud
con que cada orden es acatada impolutamente,
sientiendo escalofrios de placer que la excitan, sabiendo, que si le silba,
acudirá no ya como el perro fiel que es, sino como el perro de carrera entrenado,
para llegar a la meta de atender, los caprichos sexuales de su ama,
con tal de sentirse por unos momentos, el centro de su atención,
aun a sabiendas que le restregara por la cara con una sonrisa sarcastisca,
pellizcandole el puto alma,
que él, no es el único, que él, no es suficiente para ella, tan solo a ratos,
y mientras los latigazos de sus besos van abriendo morados en la carne,
de una autoestima perdida, dentro del sexo de ella,
las caricias a diez uñas de esta, aprietan sus nalgas,
jaleandole a seguir el fugaz, aunque pasional ritmo de su deseo,
arrastrandolo una y otra vez hacia sus oceanos salados e incendiados,
sabiendo que las embestidas de ternura, con las que él la penetra, 
                          no cesaran con los espasmos de su propio orgasmo,
La autoestima, si no te sienta como un guante, estas en la piel del corsé equivocado sino, con los de ella, y mientras la oye gemir, esconde su nariz en la alborotada melena, llenandose de los sonidos de sus olores, completando los bolsillos del vaquero de todo cuanto ella significa para él con las manos del cuerpo de ella, sintiendo una mentira como verdad, sabiendo que cuando cesen los suspiros en la boca de ella lo echara del paraiso de la cama de su presente para arrojarlo al suelo del infierno de su olvido sin ningun tipo de remordimiento.


Pobre perro que siente como le come la sarna de saberla cada noche entregandose al poeta de turno en el garito de turno, sintiendose un numero más en su lista de admiradores, 
agarrandose las pulgas que lo devoran  con los dientes de unas lágrimas
                                 donde naufragan sus latidos
sintiendo los huesos del corazón rebañados por las burdas frases que le dedica la legion de seguidores intentando seducirla en ese territorio donde tantos la buscan, donde tantos la pretenden, donde no es que para ella seas un numero más,
más bien es que tú, te has doblegado a ser uno más, 
y donde ella ha hecho de la felicidad, un mito.

                                     Pero ay del pobre perro si siquiera con la intención de tomarse la libertad 
                                                           del que su ama dice, es dueño, se le ocurre, por asomo,
                           querer ser el Quijote de otra dama.
                                                                                                                       Apaleará sus arapientos huesos
                                                                                         y hara sonar el silbido del latigo psicologico
                                                                                                                    con el que lo tiene sometido
                                                                               contra el suelo del famelico cuerpo de su corazón
                                                                                                                 del que se siente reina y señora.


Abofeteara con los puños de sus palabras
cualquier dedicatoria de cariño hacia el animal
de cualquier hembra por la que vea amenazada
su territorialidad para con él
y este bajando las orejas y con el rabo entre las piernas
masticará la cobardia que lo debora
mientras muere de hambre,
a los pies, de quien ni come, ni deja comer.
Mi corazón de cuero, sigue manteniendo la mirada desafiante

Esa es la realidad del pobre perro a simple vista pero a mi, que me dan más miedo los masoquistas, que las sado, pero a mí, que me da más miedo la cobardia que la soberbia,

le grito, al perro cobarde

que más vale ser un saco de pulgas con un culo que no esta en venta
que querer estar abocado a querer a quien le inflige dolor
con la osadia de la soberbia que tiene el egoismo,

 le grito, al perro masoquista,

 que recibir placer del dolor no es amor, ni sexo del que se degusta, que cada uno nos pertenecemos solo a nosotros mismos, y que si te han de matar, que lo hagan a besos y a caricias, esclusivamente creados para tus ojos, para tu boca, para tu nariz, para tus piernas, para tu vientre, para tu sexo,



sacudete lo que pudo haber sido, fue, pero ya no es, y sientete libre de atarte a tu autoestima, porque solo asi, lograras que si han de amarte, lo hagan.

Escrito por Yolanda Bueno Melado el 01/01/16

miércoles, 13 de enero de 2016

ABORTANDOME DE TU VIDA

Los sentimientos que nacen en el corazón de una fiera, son indomables  

"Vivo en un manicomio de sentimientos, a los que no ha habido cojones, a poner camisa de fuerza, los han lapidado con las piedras de la palabras "loca" y se han cosido en el pecho a la vista de todos la letra escarlata  por ser unos adúlteros a la inquisición de la sensatez queriendo ser ellos mismos los que dicten  los términos de su castigo, tomando el control de este, sintiéndose aptos para reconocer que no son de pensamiento puritano, que son tan complejos, como para llegar a entender que las cosas se pueden interpretar de muchas maneras. Prófugos de la ley mordaza con la que el sentido común dice querer protegerlos, prefieren ir desnudos, confiando en el latido de su propio instinto. Insumisos, de mirada siempre desafiante defendiendo que todo sentimiento, nunca una mente sera capaz de capturar para racionalizar. Revolucionarios que no se doblegan ante la elocuente razón, escapan a las cordilleras del sistema montañoso, de la mujer que me siento, alimentandose con la salvaje fiereza, de mi carne."




El disco duro de mis sentidos, se completó el día
que comprendí que había conocido al amor de mi vida,
y yo misma me convertí en una señal de peligro, 
cuando supe, que este sentir moriría de una anemia severa
provocada por la cordura a la cual eres adicto, amor,
y sin la cual no sabes verme, 
mas que en esos lapsus de brotes de irracionalidad 
cuando me echas tanto de menos y te duele tanto mi ausencia, 
que me buscas casi, con desesperación,
 llenandome con el oxigeno de tus palabras
 sabiendo que después estrangularas toda esperanza,
 la mía y la tuya, 
mientras te juras una y mil veces que cuando tengas ganas de mi,
te perderás en el burdel de unos brazos y unos labios que te proporcionen
el alivio rápido de la angustia lenta de amarme, aunque no debes, 
intentando convencerte de que eso es lo correcto.
Y no sé si me has amado alguna vez,
o solo a ratos cuando dejas descansar a la razón y das rienda suelta a la imaginación
o si también cuando el sueño de la realidad que no te atreves a transformar se apodera de ti,
y yo tampoco lo he sabido nunca,
porque te he amado, igualmente, aun sin entenderte.
Me has exigido la imposibilidad de estar en tu vida,
mientras eres posibilidad para el resto de las féminas
dejándolas entrar y salir a placer de ella,
imponiéndote el veto de alejarme de ti mismo, 
siendo inflexible conmigo.

Ahora, te digo:
Quedate con ese tipo de amor sumiso, sin riesgo,
que no te quite el sueño, sin complicaciones, sin dudas,
que no te saque de la normalidad,
colocate con la raya que te proporciona ese bienestar barato sin preguntas
y que forjará tu corazón a fuego, convirtiéndolo en un pedazo de hierro. 

  Ahora, te digo:
Aqui, andan descalzos mis sentimientos y desnuda la felicidad

Me voy de tu vida descalza y de puntillas
y no porque haya dejado de amarte
sino porque para mi, la realidad de mis sentimientos
no es algo que eludir, sino que enfrentar y acometer,
me voy de tu vida porque ser quienes somos el uno para el otro
no cambia lo que siento a pesar de tener tantos o mas miedos que tú,
me voy de tu vida sin considerarlo una derrota para el amor
porque el soplo de lo que sentí a tu lado y a distancia es inconmensurable,
me voy de tu vida porque no quiero seguir viendo como se rompen dos corazones
el tuyo que teme cambiar la realidad
y el mio que entiende que hay batallas que deben librarse en solitario,
me voy de tu vida porque el hecho de que tu seas el amor de la mía
no implica  que yo lo sea para ti,
me voy de tu vida porque yo no estoy forjada de hierro ni tampoco de vidrio, yo solo poseo una fiera por corazón  y eres tan importante y significas tanto para él, que, 

                aborta su presencia en tu vida para que puedas continuar con la tuya
                  sin la carga de lios y vueltas que supongo para ti.

Ahora, te digo:
Si me dejas ir de tu vida , porque no me quieres,
te presento mis respetos, 
pero si me quieres
y sabes que seré el final que buscaras
para la historia de tu vida,
el que esta loco, y necesita una camisa de fuerza, eres tú.. 

Escrito por Yolanda Bueno Melado el 07/01/16