Sueños, amor y reflexiones de Yolanda Bueno

miércoles, 25 de noviembre de 2015

OJOS DE AGUA, VENAS DE FUEGO

  A veces, cuando la lluvia es una cortina y se desploma del cielo
 con ese tipo de gotas unas densas y melosas e ilimitadas en tamaño
 mientras otras, fugaces casi hirientes y del tamaño de un alfiler
 agarro las manos de mi cuerpo y lo bajo a la calle extendiéndolo bajo ellas
Ellos, son una tormenta de gotas de agua en las venas del fuegoy me dejo empapar, sintiéndolas a todas, y cada una desde las mayores, pasando por las medianas, y terminando en las diminutas
Las dejo resbalar por cada centímetro de mi piel, por cada rincón de mi carne, mientras abro la boca y cierro los ojos que apuntan a ellas

extiendo las palmas de mis brazos hacia ellas, boca arriba, y siento como metal pesado, a mi melena larga y negra, que languidece, por el peso...
Y con ese olor a tierra mojada que deja la erosión de la lluvia
cuando cae de esa manera tan temperamental, tan irracional
me sé, la donante perfecta para transfundirme entera en ella
mimetizo mi sangre de fuego, en sus venas de agua
mientras el placer irreverente de la ropa pegándose a cada espacio
cóncavo y convexo de mi cuerpo, es tan infantil,
como la sonrisa que se despierta en mi boca
que se llena de cientos, miles de mariposas,
y me vacía con su estruendo, la mente de demonios
adhiriéndose a cada una de mis celulas, la sensación inigualable
de la libertad, embargandome, y voy sintiendo, los remolinos
que van formando caminitos, desde la punta de mi cabeza,
hasta la punta, de los dedos de mis pies.

Y tengo ganas, ganas de que esa lluvia baile, dance con mi cuerpo,
ella es mi pareja de baile, en esta tarde oscura y fría
y va, descontandole color, al calor de mi piel, sumandole, escalofríos.
Soy agua dentro del agua, soy yo misma, sin restarme, sin quedar a cero,
soy pura y dura, sin cortes, ni mezclas, que me diluyan.

Ella, ahora, son mis huesos calados, y yo, sus tuétanos sustanciosos
somos una misma unidad ya, la una, dentro de la otra, y viceversa...
Solo entonces, comienzo a subir las escaleras de mi casa de a saltos
en desorden, he dejado la puerta abierta, y en la misma entrada,
voy dibujando un reguero de ropa, hasta llegar frente a la chimenea,
reina de mi salón, princesa de mi inspiración, y me quedo frente a ella.... DESNUDA, como vine a este mundo
Hice una transfusión de mis ojos de agua a las venas de fuego de mi cuerpo

mirando las gotas de mi piel deslizarse, junto a la lluvia que practica senderismo, por las expresiones de mi cuello, pasando por mis claviculas, llegando a ser monumentales, cuando hacen travesía por las formas redondas de mis dunas, circunferencias completas de mi carne erizada, que recubren, mi caja torácica, y son exquisitos pasos, cuando de puntillas pasan por el pecho de mi corazón, y se paran apenas unos instantes a descansar, en mi ombligo sin profundidad.



Mi espalda, recibe los racimos que se descuelgan de mi melena alborotada
y se dejan caer sin disimulo por mis vertebras, pareciendo que las cuenta,  llegando allí donde la espalda pierde su nombre y donde los colores de un tatuaje, no mudan su color, ni el esqueleto de su bordado zurdo, mientras en el lado diestro no hay rastro de otra pintura, que no sea el transparente del agua, y me emborracha, su lengua incolora,que va lamiendo mis muslos, y soplan tempestades, cuando atraviesan mis ingles, y las siento amantes devotas hasta el último de sus suspiros, cuando las llamas, les instigan a desparecer del poquito recorrido que les queda de mi cuerpo, descolgándose
por las lianas de mis rodillas, para llegar de un salto roto, convertido en silenciosas caricias, que golpean mis pies con su particular repiquetar de besos de agua, y ya, a mis pies, mueren siendo absorvidas por el calor que desprenden las llamas, dejándome en el suelo del cuerpo, sus huellas dactilares....Quedando en sus huellas dactilares, impreso mi cuerpo...

Escrito por Yolanda Bueno Melado el 25/11/15 

miércoles, 18 de noviembre de 2015

POLITÍCAMENTE INCORRECTA

Cuando menos te los esperas, un día cualquiera, a la hora de la siesta, en cualquier estación de año, y con el descaro que tienen este tipo de conversaciones relajadas entre madre e hija, que comienzan de la forma más inocente, tirando de la punta de algunas ideas, que dejas escapar en voz alta, sin saber como el receptor de ellas, va a ir ovillandolas en su mente, te ves envuelta en un mecanismo de preguntas y respuestas, en donde todo fluye de una forma natural, la forma que tiene de ser la confianza.

Amatxo:-...Hija, ¿Porqué todas tus amigas formalizan una relación y tú, pudiendo elegir, no?
Dentro de mis ojos,se esconden las historias que las pálabras no alcanzan

Hija:- Ama, no lo sé... Supongo que no todas las personas estamos hechas para vivir en pareja, no es algo que me preocupe, el amor no es algo que se busque, es algo con lo que te tropiezas, puede que yo no sepa amar, o simplemente que no me conforme con que me quieran y me sientan. Yo quiero amar, y sentir las cosquillas de las espinas y las espuelas de su locura, quiero ser la carne de esas costillas de ese otro ombligo, devorandome las cosquillas de la locura, cuando mis manos piden guerra, quiero ser ese ombligo sin costillas, sin profundidad, donde se afilen las uñas, los sentimientos rotundos, cuando sus manos, me pidan guerra.

Amatxo:- Siempre fuiste distinta, desde pequeña, amabas la soledad y rehuías la compañía de la gente, podías pasarte horas perdida en los bosques, como si hubiese una parte de ti, etérea, que nadie pudiésemos profanar, ligada con un lazo invisible a lo que te transmitía la naturaleza. Ya entonces, eras independiente y fuerte, si creías en una cosa o en una persona, la defendías a muerte, contra viento y marea. Eras tímida y callada hasta la saciedad, pero tu forma de observar aquello que sucedía a tu alrededor era una mirada atenta, capaz de capturar, como el mejor objetivo, aquellos detalles , que a una inmensa mayoría, se nos escapaban...
Con el tiempo, he visto crecer tu fortaleza, pero te has vuelto huraña y desconfiada, para los sentimientos, a veces creo, que solo los dejas libres, cuando todos dormimos, o cuando vas al monte.

Hija:- Los sentimientos, no son un capricho para mi, solo he aprendido a callarlos, cuando entendí, que dejar al cuerpo de mis cuerdas vocales afónicas, de tanto gritarlos, era un fracaso, puede que los hijos estemos abocados a pagar por los pecados, de nuestros antecesores... Dejemoslo, en que no sé amar, de todas formas, igualmente soy feliz.

Amatxo:-¿Entiendes, que llegará un momento de tu vida en el que no puedas elegir?

Hija:- Entiendo, que en la vida, siempre hay opciones, y si llega el momento de ser elegida sin elegir... Tomaré la determinación, (y sé, que no te va a gustar lo que vas a escuchar), de comprarme siete vibradores, uno, para día de la semana, y de un color diferente, para no confundir el del lunes, con el del sábado o el del martes, con el del viernes...

Amatxo:- ¡¡Hija!!!!Sabia que algún momento, saldrías con una de tus ironías...

Hija:- ¡¡Amatxo!!.. Sabia que en algún momento, saldrías con una de tus preguntas....

Amatxo:- Solo intento decirte, que te quiero...

Hija:- Y yo lo sé, y te cuento estas cosas porque también te quiero, pero a estas alturas deberías saber, que para tu hija, hay cosas que no son negociables, y elijo, y me eligen, o me quedo sola, no estoy con alguien por paliar la soledad, porque en ella, me siento cómoda, y eso no significa que no sea capaz de desfogarme sexualmente, aunque creo que mi sinceridad los desarma, cuando les digo "no te enamores"... Lo dicho, no sé amar....

Amatxo:- Sé que en la caja de tus cristalinos ojos, se guarda un amor secreto, descomunal, como tu
No hay pálabras que silencien el trasfondo con el que hablan unos ojosforma de amar, y eso hace que tu manera de sonreír, se vuelva triste a veces, y el sonido de tu risa, no levante el vuelo, como si te acariciasen esas mismas espinas, de las que me hablas, y otras, la melodía envelesadora, de las águilas surcando el cielo, atraviesa tus pupilas, y se esculpen sonrisas en tus labios, capaces de hacer cosquillas, esas de las también me hablas, a cualquiera que te roza.. Pero llevas unos días con cristales en los ojos, con astillas en la boca, con barro en los labios, con plomo en las palabras... Como si hubieses tomado una determinación, una decisión, y sé, que es importante, y que tiene que ver con ese amor, y con tu capacidad de amar, esa que a mí, no puedes ocultarme.. ¿Que perdiste, hija?.. ¿Algun  día me lo contaras?... Anda, dame un abrazo y un beso  de esos que nunca pides,  aunque los estés necesitando más que nadie.... ¿De donde he sacado yo, una hija con este arrojo para la vida?

Hija:- Perdí la única rosa negra que broto en mi corazón...Quizás algún día, ama, quizás algún día te lo cuente.. Todo lo que soy, es gracias a ti, al valor que yo he visto en ti, he aprendido a tragarme el dolor, como lo hacías tú, y sacar de su piel, un abrazo o un beso cuando tus lágrimas, eran más amargas que la propia hiel, me hice fuerte a base de entender, que el amor no se suplica... Eso, he ganado, perdiendo en el amor. Tu fuiste mi maestra, aunque estuvieses tan derrumbada como para ver que yo era una gran alumna mientras se formaba este amasijo de visceralidad de las entrañas que han conformado la mujer hoy soy..

Amatxo:-Te equivocas, hija, a las edad de ocho años, tú, fuiste mi apoyo incondicional, mi compañía en silencio,tus ojos atentos, esa forma  de sostenerme aun sin entender el mundo de los adultos, tu pequeño corazón abrigo al mio y le puso paños calientes de comprension. Cuando nadie más se dió cuenta, del abismo en el que habia caido, tu ya me habías recogido entre tus pequeños brazos y curabas cada una de mis heridas, aun sin comprenderlas, ese tipo de heridas que para ti eran tan evidentes y para el resto, incluida yo, invisibles, porque me negaba, la realidad....La fortaleza, no se aprende maitia, se lleva dentro y tú, eres poseedora de ese don...

Entonces, abrace a mi amatxo con todas mis fuerzas, con ese tipo de abrazos, que dicen, deben duran más de ocho segundos, para que surta efecto, aquello que deseas transmitir, a la persona que abrazas. Quise desintegrarme,y pedirle que me sostuviese en sus brazos, y que no me soltase, porque estaba muerta de miedo, rota de dolor, deshecha, en la brecha de una herida, que sangraba por los cuatro costados de mi ser, y entonces, con su abrazo fundiéndose en el mio, sentí sin palabras, todo aquello que ninguna frase, podrá describir jamas.. Supe, que no me soltaría, a pesar de mi miedo, a pesar de mi dolor, a pesar de mi herida...

Escrito por Yolanda Bueno Melado el 16/10/15

miércoles, 11 de noviembre de 2015

TANTO APRENDÍ


Tanto aprendí de ti, que sin darme cuenta, me convertí en una alumna sobresaliente
y las astillas de tantos silencios, jamas me expoliaron tanto, como tus palabras.
y me quede con el barro del alma hecha jirones,
con el corazón desabrochado botón a botón, con desorden,
con el escote de mi boca, rasgado por los arañazos de tus dudas,
con la uñas del error, certificando la certeza, de que nunca me quisiste,
desdoblando el tiempo de mis ojos, que se pierden entre el todo y la nada,
las manos de mi piel, están devastadas, porque no supe poner freno, a mis sentimientos.
Las paginas de mi carne respiran humedades y silencios de sangrientas batallas
Porque los angeles caidos, es lo que tenemos, ya antes fuimos solo angelesy la cicatriz en el lado zurdo de mi ser, es completa, porque a oscuras, se siente,
y los suspiros de mi cuerpo, instintivos por naturaleza, cierran su cremallera.
Te amé de adentro hacia fuera y a la inversa, y si eso es un error, doy por validos todos los errores que me llevaron a amarte de esta forma tan salvaje, porque el sepulcro de cada uno de los latidos donde esta enterrado todo lo sentido, da fe, de que sentí desmedidamente, y no quise ver, que las paredes de tu ser, no gritaban mi nombre.
Soy un guiñapo de razón y piel, esa difícil mezcla, explosivo lazo, inigualable estallido del que estoy hecha, y la realidad, ese arte que algún cuerdo invento ese mismo día que nacimos los locos, para ponerla contra las cuerdas me acribilla, a balazos. Soy un cosido a la carne de los impulsos, recorriendo el pasillo de las palabras, que ya nunca te diré, porque se las han comido mis besos, esos, que tu nunca quisiste, empapados, en mis caricias, esas mismas, que siempre rechazaste, y que están pegaditas a mi cuerpo, muertas de frió.
He hecho un aquelarre con todos mis "te quiero", y los he untado, por cada milímetro de mi piel, para hacerlos danzar en bailes de sudor, asi, cuando el demonio, venga a poseerme, lo arrastrare hasta las sabanas de mi carne, y lo arroparé, con mi cuerpo.
Recogeré el aliento amargo, de cada uno de sus embistes, y le soplare y le soplare con el mio, hasta dejarlo sin respiración, y desordenaré cualquier ritmo amatorio que tenga previsto, para inventar otros cien, que le ordenen, provocando escalofríos en su piel de fuego, para que me haga sudar y sudar, mientras me enredo a sus caderas, tejiendo una tela de araña con mis piernas, mientras por su cuerpo, navega ya mi sudor, y en el mio, penetra su azufre.
Sé, que no sentiré vértigo cuando enlace mis muñecas a las suyas, porque para entonces, su necesidad de saciarse de mi ser, será mas que evidente, y sin piedad,  como suceden los actos naturales, sin miedo, como me dicta mi naturaleza, a la que no sé, ni quiero rechazar,  dejando sin aliento al ultimo de los gemidos, que pugna por salir de mi garganta, me entregaré, para purgar mi pecado mortal, el pecado de haberte amado... Y saldrrá de mi boca, como humo delgado, una ultima frase dedicada a ti:
-Déjame decirte, que fué un placer conocerte, muy doloroso amarte y tremendamente dificil no buscarte... Pero no volveré a ser tu juguete.

Y ya hecha cenizas, polvo en cualquier camino, resurgire como el Ave Fénix que soy, y no encontraré resquicio alguno de mi misma, volveré a construirme, a erigirme estandarte de las dos naturalezas de las que soy parte, "la Fiera y la Humana", y no recordaré qué, es el amor, hasta que otra vez, vuelva un maestro, que me enseñe cual es, ese arte, y esta vez no espero tener mas suerte que el mismo coraje, con el que supe amarte, sin dejar de amarme.


Escrito por Yolanda Bueno Melado el 10/11/15

miércoles, 4 de noviembre de 2015

...CUANTO AMARGAS, AMOR...


Ojala supieras cuanto duele saberte
                                                                                                                                        sabana de placer entre las piernas
de otro cuerpo de mujer
que nunca seré yo.
Ojala supieras cuanto amargan
las noches de insomnio
porque no quiero cerrar los ojos
y encontrarte en mis sueños.
Ojala supieras cuanto duele
llenar el universo de una luna llena
sabiendome torpe, ciega, bruta
testaruda, desquiciada, trasto
 y sordomuda
cada vez que me dedicas unas letras.
Ojala supieras que a mi, me basta
con que valgas la vida, y no la pena.
Ojala supieras que he luchado
contra tus abismos y los mios,
intentando llegar a ti, para explicarte
que en el fondo, no son tan distintos
porque creía, con esa fe, que mueve montañas,
"que me querías"          
Ojala supieras que ese intencionado monosílabo "SI"
que me lanzaste en mayúsculas
me cortocircuito la putas venas de los sentimientos
cuando lo convertiste, con tus dudas,
a medida que transcurría la conversación
en el "NO"  mas amargo y mas negro
que me he tragado en mi vida.
Ojala entendieras, que prefiero morirme
asfixiada en mi locura,
que respirar, un solo minuto de tu cordura,
que me atraviesa, de una forma brutal.

Porque me circundiza el corazón, sin anestesia,
que no sepas cuales son tus sentimientos, si me piensas
o quizás, es que me nunca me sentiste, pienso,
sino es como error, como un efímero deseo
y te juro, que me desollaria viva la carne,
antes de entregarme a ti, como un juguete sexual.
Ojala supieras, que ya nada puedo darte, porque
todo lo que soy, a excepción de ese pellejo
que llaman cuerpo, te lo he regalado sin que tu, me lo pidieras.


                                                                                     Y si te dijera que voy perdiendo las esperanzas,
                                                                                     de lo que mis instintos me cuentan de ti
                                      
"la certeza de que me quieres, a pesar de todo, y por encima de todo,
pero que estas encadenado a los miedos, que te paralizan",
desencadenando mis dudas por primera vez en años,
desatando mi razón,
 haciendome pensar con la cabeza y no con el corazón.

.... Quizá, esa fue mi errata, quizá mi manera de sentir, sea la errata...

Mirame, estoy delante de ti, mas desnuda que nunca,
sin filtros, porque nunca los tuve contigo.

Disparame con tu realidad, y mata todos mis instintos,
que no pienso moverme, para que sus balas vuelen
la cabeza de mis sentimientos absurdos y necios,
porque cuando ruede por el suelo, no pienso insuflarles
el aliento que hasta ahora, no me había faltado.

Y es que me odio, por no ser mas fuerte,
y no poder evitar pensar, que un sentimiento
endiabladamente puro, pueda ser incorrecto,
a pesar de las circunstancias, a pesar de ti y de mi
a pesar de lo que tu, no te puedes obligar a sentir
y yo, no puedo evitar sentir.

Miralas, aquí están mis pupilas llenas de cicatrices
por atreverse a quererte, porque no supieron ser cobardes
y dejar su piel intacta...
......,,Ahora, les toca el turno a ellas.....

Disparame un bendito "No te quiero" y liberame de la condena de tus dudas
que en agradecimiento nunca mas, sabrás de mi. 
No te preocupes si me salpica
la sangre, que voy vestida para la ocasión.
                                   !!!!!Dispara!!!!!


Escrito por Yolanda Bueno Melado el 04/10/15