Sueños, amor y reflexiones de Yolanda Bueno

jueves, 18 de febrero de 2016

CASCABELERA



Y que haya quien diga que te tiene miedo,
que las noches, que sales,
se esconden,
si no existe luz más hechizante
que la que de tu cuerpo se desprende...
Ser quien una es, y acepatarse, es la única manera de sentirse realizadaCuando, tú sales, yo me descubro, y con los desnudos aullidos saliendo de mi garganta, te rujo, y el vaho de todos mis lamentos, hace garabatos en el folio incoloro de la noche, quitándole capas a mi voz humana, quedandose en carne viva esa otra naturaleza, a la que soy un enlace permanente; Estoy configurada, para cambiar, cuando tú, luna lunera, echas a andar, para crecer, pasito a pasito.La temperatura que rige la sangre de mi cuerpo, engrosa sobremanera, y los infiernos de todas mis pasiones, son un sereno despierto, cada fibra de mi ser encuentra ese cementerio de rosas incandescentes, que se crea entre la blanca oscuridad que desprendes, y la negra claridad que yo poseo. Salto de ubicación, y me prendo al alfiler de la libertad que me confieres, para dejarme ser,  y descansar en una de tus ramas, acariciando la corteza de esta, tu piel, con mis garras aterciopeladas pero afiladas, como cuchillas,  mis fauces cerradas, se recuestan en el ronroneo zalamero, de la almohada ahuecada de tus olores, cautivas a mi parte salvaje, dejándote caer en la emboscada de mis ojos, los cierro, para que prendas en ellos, saciate de mi color, nutriéndote de él, igual que un vampiro lo haría, porque  al abrirlos, abre recorrido a oscuras tu sabor, dejándome en el paladar de ellos, dos linternas ámbar, de perfecta visión nocturna. No hay retroceso, tu presencia,  luna cascabelera, hace lucir, el escote de esa parte de mí, que tiene otorgadas un volumen, y unas formas, sin ubicación en la razón, eres, el irreversiblemente tayo, que sostiene las mordidas y los arañazos, de una combinación de naturalezas sin etiquetar, y a la cual soy fiel, como no podría ser de otra manera.

 Hace tiempo, que dejé de ser una rareza a mis ojos, cuando me descubrí, en el cuerpo de los tuyos, singularmente apreciada, normalmente aceptada, dejaron de importarme las opiniones llamadas validas, y preferí ser quien soy, porque me dí cuenta, de que nadie podría inventarme, esa potestad, ni si quiera a mí, me es adjudicada.


No quiero más atributos, que aquellos que se me tranfieren, acoplándoseme, sumándoseme,
pasando a formar parte, de la mujer que soy, cuando tú, luna lunera, ejerces tu influjo sobre mis mareas, y los adjetivos con los que se me imprime, se me honra, se me distingue, son un trabase de sentidos que se magnifican, rubricandome como esa especie dotada de una capucha de pelaje negro azulado con la que se honra a mi piel, y con  gestos singularmente ágiles, cabalgo sobre el lomo de tus fauces, mientras, tu,luna cascabelera, desciendes hasta la grupa de mis mandíbulas montándolas, y de una forma camaleónica, me trago el sol de tu iridiscencia, dejándome, falta de melanina... 

Escrito por Yolanda Bueno Melado el 17/02/16

miércoles, 10 de febrero de 2016

EL REMOLINO DE MI SOMBRA



La cara oculta de mí,
esa parte oscura,
que no por estar sin luz,
es menos real que la que se muestra,
El totem de cada persona, esvalido solo cuando al mismo tiempo eliges y te elige
 esa prolongación de mi misma, ejerce una atracción comparable al  impacto que tiene la luna sobre el mar, ordenando y desordenando, las mareas de la mente de aquel, que cruzándose en mi vida, tarda, a penas unos segundos en reparar y reconocer los ritmos que gobiernan, a golpe de fases lunares, mis ojos.
 Y lo sé, porque lo mismo que a la luna, me cuentan heridas de tiempos pasados, me muestran cicatrices que han marcado sus vidas, ilusiones de infancia, rebeldías de adolescentes, amores perros, traiciones, confianzas perdidas, despechos cometidos con alevosía.

 Llegan a la madurez
 siendo carne de barco,
 sobreviviendo al naufragio
 al que se vieron abocados
         y con el salvadidas de la esperanza apretándoles los huevos hasta hacerlos desmayar de dolor 
    supieron hallar las sonrisas extraviadas que se escondían en la felicidad que hay en la habitualidad de las pequeñas cosas.
Me buscan para ser el cofre donde depositarse en letras, haciendo tintinear las monedas de sus sentimientos, con el ruido de una confianza inusualmente inspirada por la agilidad del silencio del que hago uso al escucharles, alcanzando a comprender de una manera inconsciente que la reserva de todo aquello que sale por sus bocas, la mia, lo sellara, por los siglos de los siglos...
Y es que guardo tantos secretos de desconocidos y conocidos, de amigos y personas cercanas, que son innumerables...

Aunque si de contar se tratase, de aquella que más secretos guardo, es de mi misma,
quizá, mi sistema solar este regido por una encriptación, que sea un papiro, guardado en una caja bajo 
7 lenguas,
 que dejaron hace mucho tiempo de entenderse, quizá, sea esa linea fina, que separa lo divino de 
lo humano, 
quizá simplemente sea ese canto que separa la cara y la cruz, de la moneda del paraíso y el
 infierno,
 o quizá, mi parte fiera no me permita ser todo lo humana que debiera, mientras mi parte humana, no sobreviviria, 
sin la fiera...

A fin de cuentas,... ¿Qué más  da?.. 
Aqui, solo soy la fusión energertica por antonomasia, de luz y piel
fuera de aqui, 
 una sombra por excelencia, que pasa a tu lado, silbando viento....

Escrito por Yolanda Bueno Melado el 24/01/16

miércoles, 3 de febrero de 2016

SIN PROMESAS



No me cuentes tus secretos, ni me digas donde están tus cosquillas,
tiendeme la mano de tu boca y deja que los dedos de mi lengua,
encuentren el punto G de tus besos.
Haz crujir las paredes de mi pecho contra tu vientre, hasta que te duelan mis huesos,
deja que el eco de los tacones de tu sonrisa deambule por mi boca,
dejame ser ese payaso que te haga reír,
dejaré que masturbes a mis oídos con los susurros de tus gemidos dormidos. 
Atrevete, no traigo promesas en las manos...

 Qué le follen al destino, sé el capricho de mi cuerpo,
no quiero princesas, me gusta el olor a mujer que de ti,
                           se desprende.
Atrevete, rescatame,
sé que tienes el arma del valor suficiente para no esperar a que ningun principe te rescate, soy un hombre, sé basica, solo porque sé que eso es un imposible, y que haras lo que te venga en gana, no traigo promesas en las manos. Divorciate de las penas, sé mi cenicienta, deja de ser la mujer de las aflicciones y hazte la puta de la felicidad. Recorreré la escalera de caracol que va a la luna y desde allí, me tiraré sin paracaídas para caer en tus carnales infiernos explorando las geometrías del calendario lunar de cada uno de tus orgasmos. Enseñame, atrevete, que no traigo promesas en las manos, dejame ser cuarto creciente y el menguante también, te dejaré ser luna llena y la nueva después, no me muestres tu corazón de cuero que las agujetas de sus latigazos me imantan, no quiero saber, solo existir en este momento en el que me llenas con tu olor a misterio y a centeno, quiero ser un pervertido contigo y con palabras sucias hacer cortes limpios, en esos deseos de mente inteligente que tienes por ojos, sonrojate, me intrigas, atrevete, dejate ver, sé mi tarantina, brutal, sensual, letal sexual, sé conmigo, lo que no eres con ningún otro que no traigo promesas en las manos, no tengo brújula, así que si desencadeno tus tantísimos miedos te habré desnudado del acento de tus palabras y podré tomarte como llana, grave, esdrújula o aguda, escucharte en cualquier registro, me dejaré registrar, separame las piernas, me suscitas tanta curiosidad, excedete, que no traigo promesas en las manos, eres el monosílabo que llena mis pantalones, la tónica de una fuerza mayor de la que ni siquiera eres consciente, lanzate, no te censures, rugele a mis instintos.
 
                      Sé mi loba, aullame,
crugeme, hasta que lo único que quede de mí, en mi mismo, sea una parte de ti, esa a la que llamas libertad y que tanto te gusta, me gustas, vuelve a mirarme así, desafiante, te rugiré, reclamandote para la manada de todos los días de mi vida, mirate, sienteme, te siento mortalmente femenina te mire por donde te mire, te miro y eres tan jodidamete terrenal, que los demonios se me llevan, te respiro envuelto en el pecado de pensar que entre elegir entre una diosa y tú, te preferiria a ti sin dudar, respirame, sé mi consentida, y ahora hiperventila, sé que lo harás, cuando te cuente que la erección que revienta los dientes de la cremallera de la bragueta de mi corazón solo porque te sabe cerca, eyacula que soy monógamo contigo y solo contigo, el resto del tiempo el miembro erecto de mi mente, por más que lo follen es incapaz de correrse, hueleme, me pones, rastreame, y deja que sea un nómada en los caminos de tus felinos movimientos, eres el diseño versatil que de forma personalizada se acomoda a los rasgos faciales de mi pensamiento, no pienses, mi cuerpo es esa falta de ortografía que te recorre sin tocarte y cuya imaginación, no te olvida, olvida las reglas y dejate llevar por el impulso, recorreme, tocame, que no traigo promesas en las manos.. 

Escrito por Yolanda Bueno Melado 03/02/2016